miércoles, 15 de agosto de 2012

Día: 14 Cernozice - Praga 123 km

Un día más, el cielo amanece azul y con alguna nube decorativa. Desayuno en el hotel, y por contra es muy parecido lo que me sirven de desayuno a lo que cene la noche anterior: queso, jamón y pan de molde. Todo y que ahora también tengo mermelada y un capuchino.
Salgo en bici a pasear y por carreteras secundarias, todo y que la vía rápida y más corta es no abandonar la carretera principal, pero como sabéis siempre si puede ser, las carreteras secundarias me gustan más y son mucho más atractivas a mi paso de 20 km/h.
Transcurre todo el trayecto por campos de siembra de trigo y algún campo inmenso de coliflores. La verdad que las extensiones de estas explotaciones agrícolas son grandiosas. Los tractores son mega-grandes, y cuando de adelantan por la carretera, van a tal velocidad que ni se me ocurre seguirlos a rueda.
La entrada a Praga, como todas las ciudades, trafico intenso. Pero en esta ciudad a parte de controlar los coches, también toca controlar los railes de los tranvías, como también la circulación de estos.
Finalmente llego al "Centrum" de la ciudad... Uffff por lo que he visto es de ensueño esta ciudad. Parece una ciudad embrujada... Impresionante.
Busco hotel, y de los tres primeros que osado entrar, están llenos. No me extraña, las calles de Praga están impresionantemente abarrotadas de turistas. Finalmente encuentro también en el centro un hotel, de raíces Catalano-española, pues es el Hotel Salvador, en nombre del genio Salvador Dalí.
Hago la colada, descanso en la gigante habitación que tengo y me voy a cenar.
Por esta vez ceno en el hotel, en un restaurante ambientado a la española, ceno aquí pues al ser cliente de hotel, tengo la bebida pagada, y como buen catalán... "la pela és la pela".
Por cierto, Praga merece una jornada de descanso, por lo tanto mañana segunda jornada de descanso que ya llevo dos semanas de pedaleo y he superado los 2000 km.

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